Noviolencia y café
“El café hace parte de nuestra familia. En el proceso de transformación del café está desde el niño hasta el abuelo; el café es un pretexto para integrarnos: en el cafetal nacen amores, amistades, risas y tristezas” (Fotomemorias del proceso)
La Noviolencia es tan nuestra como el café: sabe a Caicedo, tiene el color y el aroma del esfuerzo social y comunitario que realizamos para pasar de la estigmatización a la marcha pacífica; es el grano que nos ha permitido mantenernos en unidad, con el propósito de crear un mejor futuro.
El café caicedeño es el sustento de nuestras familias, el tronco de nuestra identidad y el vehículo de nuestra memoria. Este proceso comenzó precisamente por defender nuestra cosecha y nos proponemos seguir trabajando de la mano de las nuevas generaciones, los jóvenes promotores de memoria, para que esta marcha continúe en nuestro territorio.
Además decidimos contarle al mundo entero acerca de la memoria que pervive en nuestros espacios. En el proceso de rememorar, en ocasiones, nos sentimos atemorizados pero nos propusimos ya no sentir miedo. Estamos resignificando y llenando de vida, a través del color de recuerdos cálidos y recuerdos de resistencia, lugares donde antes estaba la opacidad que trae consigo la tristeza. Nuestro acto de reparación es apropiarnos de nuestra tierra y resignificar su memoria.
¡Recorre nuestro territorio, conoce nuestra memoria!